Descubre todo sobre la artrosis, sus causas y cómo poder tratarla con los expertos de Clínica Kine en Zaragoza.
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta afección provoca el desgaste del cartílago articular, lo que puede causar dolor, rigidez e inflamación.
Aunque la artrosis puede afectar a cualquier articulación, es más común en las rodillas, caderas, manos y columna vertebral.
Síntomas de la artrosis
Los síntomas de la artrosis pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen dolor articular, rigidez, inflamación, sensación de calor en la articulación afectada y dificultad para moverse. Estos síntomas suelen empeorar con el tiempo y pueden alterar la calidad de vida de quienes los padecen.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la artrosis pueden ser diferentes en cada articulación afectada. Por ejemplo, en la artrosis de rodilla es común experimentar dolor al caminar o subir escaleras, mientras que en la artrosis de manos se pueden presentar deformidades y dificultad para agarrar objetos.
La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a las articulaciones. Se caracteriza por el desgaste del cartílago, el tejido que recubre los extremos de los huesos y permite el movimiento suave de las articulaciones.
A medida que el cartílago se desgasta, los huesos pueden rozar entre sí, lo que causa dolor y limitación en la movilidad.
La artrosis puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en personas mayores de 50 años. Factores como el envejecimiento, la obesidad, lesiones articulares previas, la genética y ciertas actividades laborales o deportivas pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis.
Además del dolor y la rigidez, la artrosis también puede tener un impacto emocional en quienes la padecen. La limitación en la movilidad y la pérdida de independencia pueden generar frustración, ansiedad y depresión.
Es importante contar con un apoyo emocional y buscar estrategias para mantener una buena calidad de vida a pesar de la enfermedad.
El diagnóstico de la artrosis se realiza a través de la evaluación de los síntomas, el examen físico y pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas. No existe una cura definitiva para la artrosis, pero existen diferentes tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
El tratamiento de la artrosis puede incluir medicamentos para el dolor y la inflamación, terapia física para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, cambios en el estilo de vida, como perder peso si es necesario, y en casos más graves, cirugía para reparar o reemplazar la articulación dañada.
Además de los tratamientos convencionales, también existen enfoques alternativos que pueden complementar el tratamiento médico, como la acupuntura, la terapia de calor o frío, y los suplementos nutricionales.
¿Cuáles son las causas?
La artrosis puede tener varias causas, aunque en la mayoría de los casos no se puede determinar una única razón. Entre las causas más comunes se encuentran:
- Envejecimiento: A medida que envejecemos, el cartílago articular se desgasta y se vuelve más propenso a la artrosis.
- Factores genéticos: Existen ciertos genes que pueden aumentar la predisposición a desarrollar artrosis.
- Lesiones articulares: Las lesiones en las articulaciones, como fracturas o desgarros de ligamentos, pueden aumentar el riesgo de artrosis en el futuro.
- Sobrepeso: El exceso de peso ejerce más presión sobre las articulaciones, lo que puede contribuir al desarrollo de la artrosis.
Factores relacionados
Además de las causas mencionadas anteriormente, existen otros factores que pueden influir en el desarrollo o progresión de la artrosis:
- Actividad física: La falta de ejercicio o realizar actividades físicas de alto impacto pueden debilitar los músculos que rodean las articulaciones y aumentar el riesgo de artrosis.
- Género: Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar artrosis que los hombres, especialmente después de la menopausia.
- Antecedentes familiares: Si tienes familiares cercanos que sufren de artrosis, es más probable que tú también la desarrolles.
- Otras enfermedades: Algunas enfermedades como la diabetes, la gota o la artritis reumatoide aumentan el riesgo de artrosis.
Tratamiento a seguir en Kine
El tratamiento de la artrosis puede variar dependiendo de la gravedad de la enfermedad y de la articulación afectada. En Kine utilizamos un enfoque multidisciplinario que incluye:
- Ejercicio físico: Realizar ejercicios específicos puede ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la articulación y reducir el dolor.
- Terapia física: La terapia física, como la aplicación de calor o frío, la electroterapia o el masaje, puede proporcionar alivio temporal del dolor y mejorar la movilidad.
- Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos analgésicos o antiinflamatorios para controlar el dolor y la inflamación.
- Cirugía: Si la artrosis es grave y no mejora con otros tratamientos, se puede considerar la opción de una cirugía para reparar o reemplazar la articulación afectada.
- Estilo de vida saludable: Mantener un peso adecuado, seguir una dieta balanceada, evitar el sedentarismo y no fumar son hábitos que pueden contribuir a mejorar los síntomas de la artrosis.
En Kine, además de en artrosis, somos expertos en otros campos de la fisioterapia, como INDIBA o Pilates. Si quieres más información acerca de nuestros servicios, contacta con nosotros o visita nuestra clínica. ¡Te esperamos!